lunes, 13 de abril de 2015

Matar a un Ruiseñor - Nelle Harper Lee.


Calificación: 5 Estrellas.


Mi opinión:

Matar a un Ruiseñor está considerado como uno de los libros que se tienen que leer antes de morir, y no es para menos.
Un libro realmente hermoso, tierno y digno de releer y recomendar, a pesar del tiempo que lleva escrita la novela habla de problemas que aún tenemos vigentes como el racismo.

Un libro con una muy buena narrativa, para cautivarnos y crear una mejor historia Harper Lee nos cuenta todo a través de los ojos y vivencias de una niña llamada Scout, te hace recordar esas épocas doradas de nuestra niñez.

Este libro te enseña la justicia de un hombre llamado Atticus que está dispuesto a pelear por los derechos de todo ser humano sin importar su color de piel, credo o creencia, una persona que está dispuesta a luchar sin importar que la batalla este perdida, un padre paciente y sabio.

Un libro que saca en ti lágrimas, risas y suspiros, quien lea este libro intentara ser una mejor persona, conocer mejor a los que les rodea y ponerse en los zapatos de los demás antes de juzgar.

Reseña: 

La explosión de odio y violencia racial en un pequeño pueblo de Alabama, es percibida por una niña cuyo padre define de a un hombre negro acusado de violación. Matar un ruiseñor, está ambientada en el sur mítico, degradado y humillado tras la derrota contra los yankees en la Guerra de Secesión. La acción transcurre en los años treinta, los años de la terrible depresión post Crac del 29. Narrativamente acaba donde empieza Faulkner y comienza donde acaba Carson McCullers, pero es una historia de personajes. Los principales: los niños Scout y Jem y su padre Atticus, el pueblo y sus habitantes blancos y negros. El drama de la segregación racial y las raíces del funesto racismo enquistado en una sociedad tradicional y conservadora. La novela habla por sí sola, se trata de una historia de niños en los que va influyendo la brutalidad y la cordura de los adultos, ese mundo fracturado cuyos fragmentos se complementan en una educación moral llena de contradicciones. La reedición ahora en castellano es una buena oportunidad para adentrarse en esa sociedad desaparecida pero con preocupantes espasmos contemporáneos.


Citas:   
  • En los días lluviosos las calles se convertían en un barrizal rojo; la hierba crecía en las aceras, y, en la plaza, el edificio del juzgado parecía desplomarse.
  • Era costumbre que los hombres de la familia se quedaran en la hacienda de Simon, Desembarcadero de Finch, y se ganasen la vida con el algodón.
  • El sheriff no tuvo el valor de meterlo en un calabozo en compañía de negros.
  • Aquí no hay exposiciones de retratos, excepto los de Jesús, en el juzgado.
  • Cuanto más hablábamos a Dill de los Radley, más quería saber; cuantos más ratos pasaba de pie abrazando el poste de la farola, más intrigado se sentía.
  • Había otras maneras de convertir a las personas en fantasmas.
  • Tienes demasiado miedo para poner ni siquiera el dedo gordo del pie en el patio de la fachada.
  • Si uno se come un animal crudo, no puede limpiarse jamás la sangre.
  • No me eches las culpas cuando Boo te saque los ojos. Recuerda que tú lo has empezado.
  • Los otros me miraban con la inocente certidumbre de que la familiaridad trae consigo la comprensión.
  • Murmuré que lo sentía y me retiré meditando mi crimen.
  • Si oigo otro sonido en esta sala, le pego fuego con todos los que están dentro.
  • No tengo intención de deshacerme de ella, ni ahora ni nunca.
  • No es usted quien me echa, señorita —replicó con tosco lenguaje dialectal—. Estaba a punto de marcharme; ya he cumplido mi tiempo por este año.
  • Uno no comprende de veras a una persona hasta que considera las cosas desde su punto de vista.
  • Eran personas, pero vivían como animales.
  • Atticus dice que Dios ama a las personas como cada uno se ama a sí mismo.
  • En Alabama del Sur no hay estaciones bien definidas; el verano flota a la deriva dentro del otoño, y al otoño a veces no le sigue el invierno, sino que se convierte en una vaga primavera que se funde otra vez en verano.
  • El árbol está muriendo. Cuando los árboles están enfermo se los llena de cemento.
  • Por motivos inescrutables para los profetas más experimentados del condado de Maycomb, aquel año, el otoño se convirtió en invierno.
  • Nunca, nunca jamás en un interrogatorio, hagas pregunta a un testigo sin saber de antemano cuál es la respuesta.
  • Los blancos no querían contacto con ella porque vivía entre cerdos; los negros no querían contacto con ella porque era blanca.
  • Estafar a un hombre de color es diez veces peor que estafar a un blanco.
  • La verdad es que algunos negros mienten, algunos negros son inmorales, algunos negros no merecen la confianza de estar cerca de las mujeres… blancas o negras. Pero ésta es una verdad que se aplica a toda la especie humana y no a una raza particular de hombres.
  • En nombre de Dios, cumplan con su deber.
  • No lo sé, pero lo han hecho. Lo hicieron en otras ocasiones anteriores, lo han hecho esta noche y lo harán de nuevo.
  • Los payasos son hombres tristes; es la gente la que se ríe de ellos y cuando lo hacen… parece que sólo lloran los niños. Buenas noches.
  • Los de su especie son capaces de todo para devolver un agravio. Ya sabes cómo es esa gente.
  • Infinidad de gentes han sido colgadas…, ahorcadas… basándose en pruebas circunstanciales.
  • En nuestros Tribunales, cuando la palabra de un negro se enfrenta con la de un blanco, siempre gana el blanco.
  • Ángel del destino, vida para el muerto, sal de mi camino, no me sorbas el aliento.
  • Hay una especie de hombres a los cuales es preciso pegarles un tiro antes de que uno pueda darles los buenos días.
  • Deje que los muertos entierren a los muertos.
  • No puedo vivir de un modo en público y de un modo diferente en casa.
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