martes, 22 de septiembre de 2015

Leyenda del Hospital de Tórax.


En terrasa, Barcelona se encuentra uno de los lugares más tétrico y embrujados de España.
Cargado con una historia triste y ancestral, el hospital del Tórax en España es uno de los lugares más embrujados y espeluznantes que uno se pueda encontrar en la región de Barcelona. Su historia de terror, muerte y desolación ha cobrado vida propia y ha emergido por los siglos venideros como un lugar marcado por sus bajas vibraciones y sus sucesos paranormales. Un lugar maldito. 

En los alrededores del hospital existen varios lugares abiertos donde aún es posible la entrada, además de una iglesia que se encuentra en ruinas y los jardines del propio hospital, lugar que te pone los pelos de punta y donde hubo numerosos suicidios años atrás cuando el hospital se encontraba en pleno funcionamiento.

Los internos que había en el antiguo hospital del Tórax de Terrassa provenían de las distintas comunidades autónomas, ya que el hospital pertenecía al Ministerio de sanidad. 

La lejanía parecía influir en el estado anímico de la mayoría de pacientes que se sentían abandonados por sus familiares ya que la distancia en ocasiones era mucha y la mayoría de ellos no podía dejar su trabajo ni su vida cotidiana para estar al lado de sus familiares enfermos, lo que para muchos internos suponía un estado anímico depresivo que añadido a su estado físico de salud que en ocasiones era terminal, les iniciativa al suicidio.

Eran demasiado habituales los suicidios en el hospital, superando con creces las estadísticas de cualquier otro centro sanitario de la época.

Los internos se lanzaban al vacío desde las ventanas de las últimas plantas, cayendo en el jardín trasero del hospital, el cual habían apodado “la jungla” debido a los gritos que se solían escuchar de la gente que se suicidaba y los de aquellos internos que gritaban frases como “ya ha caído otro” u “otro que se ha tirado”

Actualmente el hospital se encuentra en su mayor parte cerrado, a la espera de las obras que en breve comenzarán, solo está activo una parte donde la productora Filmax hace los rodajes de algunas películas y otra ala, donde se encuentra la residencia para disminuidos psíquicos profundos “La Pineda” que pertenece a la Generalitat de Cataluña y tiene capacidad para 62 plazas residenciales.

El lugar pertenece al ayuntamiento de Terrassa y a la Generalitat de Cataluña, los cuales tiene firmado un acuerdo para realizar el proyecto del parque audiovisual en el antiguo hospital del Tórax, cuya superficie será de unos 60.000 metros cuadrados y el coste del proyecto asciende a unos 35 millones de euros, de los cuales las Generalitat aportará 8,5 millones y el resto se obtendrán mediante un crédito bancario hipotecando el propio hospital.

Los rumores sobre sucesos extraños en el interior del hospital y en sus alrededores son bastante comunes por parte de aquellas personas que acuden a este antiguo hospital, bien sea por asuntos de trabajo o por simple curiosidad, ya que la leyenda forjada sobre el lugar es cada día más conocida fuera de Cataluña.

Algunas de las personas que aseguran haber experimentado situaciones extrañas dentro del hospital son actores y gente relacionada con el mundo del cine.

También algunos empleados aseguran escuchar voces y ruidos que parecen provenir de la parte abandonada del antiguo hospital y como no, aquellas personas que se acercan hasta sus muros para realizar pruebas de tipo psicofonicas o simplemente curiosear en el lugar.

Situado a las afueras del norte de Terrassa, dirección Matadepera, se encuentra al infame hospital dejado de la mano del tiempo, destrozado por las obras que se están realizando y por los vándalos que frecuentan el lugar. Construido para enfermos de tuberculosis, cáncer de pulmón, enfermedades con afecciones pulmonares e intervenciones menores; contaba con una capacidad para 1200 pacientes, un vasto jardín interior y una capilla.

Su apertura tuvo lugar en 1952, disminuyendo su capacidad a algo menos de la mitad en los años 70 y, finalmente, echando el cierre en el año 1997. Este hecho llama la atención porque la mayoría de los centros para tuberculosos ya habían cerrado sus puertas, debido a la aparición de un tratamiento más efectivo contra la enfermedad, quedándose la mayoría de los centros existentes, vacíos.

Era el hospital con el índice de suicidios más alto de la época. Los pacientes eran abandonados por sus familiares, aislados del exterior; su único medio de comunicación eran las cabinas, y su mayor distracción la propia emisora de radio con la que contaba el centro. Sometidos a unos tratamientos muy fuertes (drogas, sedantes, etc.) y el gran número de muertes, provocaba que la mayoría cayera en depresión induciéndoles al suicidio.

Un año era el promedio de vida de un paciente dentro del hospital. Datos confirman que niños se suicidaron, ¿qué pasó en aquel lugar para que esto ocurriera? No se sabe, y si algo pasó, solamente se halla en la memoria de los doctores y pacientes que regentaron desafortunadamente el centro.

La distribución, basada en dos alas y organizadas según la clase social del paciente. Una de ellas era para la clase obrera: Cada habitación tenía una capacidad para seis personas; sin cuarto de baño propio (estos eran comunes), seis lavabos por habitación; taquillas en los pasillos para alojar los efectos personales y terrazas comunitarias.

La otra ala, reservada para una clase social adinerada, se encontraba llena de lujos: Habitaciones con capacidad para 4 personas, cuarto de baño propio, taquillas interiores y terrazas separadas por un cristal. Además todas ellas poseían un timbre al lado de la cama, para así poder dar la señal de alarma en caso de asfixia.

Fueron encontrados Restos humanos: órganos y fetos conservados en formol, recluidos en una habitación misteriosa; ubicada por algunos en la segunda planta y por otros en la quinta, pero la verdad es que se desconoce su fin; ¿investigaban quizás la cura para la tuberculosis?, puede que fueran traídos desde otro centro Hospitalario, debido a que en el Tórax no existían quirófanos y aún se desconoce el motivo real por el que allí se encontraban. En el centro aún se encuentran lo que en su día fueron los restos de diversos aparatos médicos, todavía algunos funcionan, como los ordenadores que guardan las ordenanzas del centro y los recibos que eran, posteriormente, impresos en el lugar.

Se encontraron habitaciones cegadas, habitaciones que en su día parecieron inútiles, impregnada de diversas manchas que nos dan la sensación de están en una sala de torturas, marcas rojizas que se escurren por las paredes y que no son más que los restos del pegamento empleado para empapelar, y que han quedado ahí, para el deleite de muchos.

Se han realizado numerosas investigaciones sobre hechos paranormales ocurridos en el hospital. Pruebas como las psicofonías y la medición de cambios de temperatura/humedad en diversas estancias. Todas ellas han dado positivo. En algunos de los lugares, las baterías de cámaras, móviles y otros aparatos eléctricos se consumen, de manera inmediata, ante la mirada atónita del visitante.

Los actores afirman sentirse observados, haber visto sombras e incluso haber sido víctimas de accidentes fortuitos. Desde La Pineda, afirman escuchar gritos, cambios de temperaturas y el avistamiento de sombras. No solo por parte de los pacientes, sino también los propios trabajadores y vecinos de la zona que se han visto involucrados, entre estos fenómenos extraños que acontecen en el lugar.

La capilla ha sido víctima de rituales satánicos, restos de un pentagrama rojo invertido son apreciados por los curiosos que se acercan hasta ella; aunque nadie ha podido desentrañar el misterio de si este ha formado parte de alguna de las filmografías realizadas por la empresa Filmax. Quizás sea lo más probable, pues la perfección con el que está realizado lo delata; guarda una correcta simetría y proporciones, algo bastante complicado de conseguir cuando se trata de la realización sobre una gran superficie.

La sugestión de los pacientes, unidos al efecto de los fuertes sedantes y antidepresivos les llevaba a imaginar todo tipo de historias macabras, historias llenas de terror, como la conocida enfermera de la muerte. Ataviada con una jeringuilla en su mano derecha, siempre se encontraba predispuesta a llevarse al otro mundo a aquellos pacientes que, entre gritos de agonía, se asfixiaban en la noche. Según cuentan unos, la enfermera de la muerte llevaba la paz a aquellos pacientes que ya se encontraban desahuciados. Otros, aterrados, afirman que se llevaba a aquellos que gozaban de buena salud.

Otra de esas historias cuenta, que por la jungla, pasea una figura cetrina, casi espectral; que recuerda a un paciente, que hoscamente acarrea consigo un respirador, y arrastra lentamente el instrumental médico a través de uno de los senderos más tortuosos. Su propia vida. Esta, como seguramente muchas historias más, historias actualmente desconocidas, forman las leyendas, que circulaban como rumores y se expandían como la pólvora dentro del propio hospital.

Los fenómenos extraños que más cabida tienen dentro del hospital según los testigos son, los ruidos extraños, una sensación extraña en el ambiente, el cambio brusco de temperatura, el mal funcionamiento de los aparatos de grabación y las cámaras fotográficas, la aparición de sombras, etc.. En el antiguo hospital se han rodado escenas de varias películas entre ellas "The Machinist", “Fragiles”, “Ouija” o “Los sin nombres”.

Brad Anderson, director de la película “The Machinist”, la cual se rodó íntegramente en el hospital del Tórax, asegura que es un lugar espeluznante.

La verdad es que Anderson conoce bien el lugar, ya que su anterior película “Sesión 9” también fue rodada en el antiguo hospital.

En la película “Los sin nombre” la filmación de la autopsia de la niña desaparecida se realizó en el antiguo Hospital del Tórax de Terrassa, en donde según cuentan algunos del equipo técnico, ocurrieron fenómenos paranormales: ruidos extraños, cambios bruscos de temperatura, etc. Según el director Jaume Balaguero, “los actores iban al baño de dos en dos porque tenían miedo”.

Para el filme “Fragiles” Balaguero se inspiró en una “historia mínima” que le contaron “que me hizo fabular y llenar la cabeza de imágenes”, así como en su visita anterior al Hospital del Tórax de Terrassa, cerrado hace varios años.

Otra de las películas que nos ha dejado huella ha sido sin duda “Ouija” Que se rodó en el cementerio de Terrassa (lugar donde se registran numerosas voces de tipo psicofónica), el hospital del Tórax y un pueblo llamado Mura, que se encuentra cerca de Terrassa.

Este rodaje también ha estado marcado por el escalofrío que causa el lugar. Una de las actrices, Montse Mostaza en una entrevista realizada por Akalina cine dijo que se respiraba algo extraño en el ambiente o el director de la Monja que aseguró haber vivido cosas muy extrañas en el hospital y que jamás volvería.

También productores amateur como Albert Álvarez hablan sobre sus experiencias dentro de este terrorífico hospital, personas como Sara y Lucia que aseguran haber tenido experiencias de lo más escalofriantes, empleados del centro de disminuidos psíquicos la Pineda o personas que nada tienen que ver con este lugar que han acudido atraídos por la curiosidad o las ganas de encontrar respuestas.

Algunos empleados del centro de disminuidos psíquicos que está en la parte habilitada del hospital aseguran haber vivido situaciones extrañas, como que el ascensor venga a la planta donde están ellos sin que nadie los haya llamado o presenciar como aparece humo y neblinas de la nada dentro de algunas habitaciones.

También son muchas las personas que han sufrido fenómenos extraños dentro del hospital y que el lugar nada tiene que ver con su trabajo, simplemente han entrado por curiosidad o para realizar grabaciones y fotografías.

Según cuentan estas personas dentro han vivido situaciones de auténtica extrañeza como realizar grabaciones de vídeo y que luego las cintas aparezcan vírgenes, realizar fotografías y que la mayoría luego no salgan o incluso llegar a sufrir anomalías con los teléfonos móviles. Pero sin duda el fenómeno más común en este hospital es el relacionado con las anomalías en los aparatos y la sensación extraña de sentirte acompañado, como si en el lugar hubiese mucha actividad, aunque también cuentan los testigos otro tipos de experiencias donde las sombras, visiones y fenómenos paranormales están presente. Sin duda una de las personas que más veces ha entrado en ese hospital es Guti, el cual ha sufrido numerosos altercados con sus compañeros, lo que ha provocado que en alguna ocasión hayan tenido que salir corriendo del lugar.

En los alrededores del hospital del Tórax existen lugares cargados de misterio, como la Iglesia abandonada, lugar donde los grupos de corte satánico organizan rituales y donde las cámaras fotográficas y aparatos de grabación en ocasiones parecen descontrolarse y funcionar solo en determinados lugares.

También está la casa del palomar, donde los cambios bruscos de temperatura son bastante habituales y en alguna ocasión se han descargado baterías y pilas que los curiosos llevaban de recambio para sus aparatos. La segunda casa es un lugar curioso, aunque quizás es el lugar que menos sucesos extraños contempla a sus espaldas, quizás porque casi siempre suele estar cerrada.

El último lugar de los alrededores del hospital a destacar es sin duda los jardines de la parte trasera “la jungla” lugar donde caía la gente que se lanzaba al vacío atentando contra su propia vida y desde donde se oye según algunos testigos voces, gritos y lamentos.

En la Iglesia que está en la parte trasera del hospital y que también se encuentra abandonada se han encontrado signos evidentes de que allí se realizan rituales o invocaciones a fuerzas oscuras.

En el mes de Agosto de 2006 se encontró un pentagrama invertido pintado en el suelo y en la punta una cruz de madera invertida. Esto “oficialmente” podría significar que se ha realizado algún culto a fuerzas oscuras, ya que el pentagrama invertido simboliza la estrella de la mañana, nombre que Satanás ha tomado para él, además también es usada en brujería y rituales ocultos para invocar a espíritus malignos y la cruz invertida simboliza burla y rechazo a Jesús, por lo que se cree estar ante un lugar elegido por algún grupo para rendir culto a ciertas fuerzas del mal.

En el centro de la Iglesia en varias ocasiones se encontraron varias mesas en círculo con una mesa en medio y velas apagadas se intuye que se podían realizar sesiones de Ouija o espiritismo.

Sin duda la Iglesia es un lugar marcado por los fenómenos extraños y curiosos y aunque no sean tan espectaculares como los que ocurren dentro del hospital, estos no dejan de ser significativos ya que son de una extrañeza considerable.

Otro de los misterios que alberga este hospital es el sentirse observado, tal vez como causa de la propia sugestión de estar en un lugar como este, sin embargo es una sensación que en muchas personas, como es mi caso, se siente especialmente, una sensación análoga a cuando uno por ejemplo en un vagón de tren se siente observado, uno se gira y efectivamente alguien nos está observando al otro lado. La misma sensación que los actores que han grabado dentro de las paredes de este hospital han dicho sentir, una sensación de sentirse vigilados.

Este lugar ofrece unas sensaciones del todo extrañas para la persona que lo visita, adentrarse en la capilla o recorrer sus pasillos invita a toda una serie de sensaciones de intranquilidad.

Es posible que parte de estas sensaciones provengan del interior de nuestro inconsciente, sugestión producida por tan tenebroso lugar.

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