domingo, 19 de abril de 2015

El Psicoanalista – John Katzenbach.

El Psicoanalista – John Katzenbach.

Calificación: 5 Estrellas

Mi opinion: 

Imagina que llevas una vida tranquila, sin problemas, de pronto en tu cumpleaños recibes una carta invitándote a un juego donde tendrás que descubrir el nombre de quien envió el documento en el transcurso de 15 días, o en caso de no lograr cumplir la meta del juego todas las personas que conoces serán destruida de alguna manera, en caso que no quieras que suceda eso, tendrás otra salida para salvar a todos, el suicidio.
De eso trata este libro, una historia que te mantendrá al borde de tu asiento, con una trama profunda, John Katzenbach expresa mediante el protagonista el Doctor Ricky Starks el estado psicológico de cada uno de los personajes, sabrás lo que piensan, lo que sienten, sus traumas, sus miedos, e incluso, lo que les orilla hacer ciertas acciones sin sentido, un libro que lleva a Ricky al límite de sus habilidades psicoanalistas, las reglas del juego ya están puestas, el ganador será el más inteligente y escurridizo.

Reseña: 

Su familia lo recluyó en el psiquiátrico tras una conducta imprevisible. Pero un reencuentro en los terrenos de la clausurada institución remueve algo profundo en su mente agitada: unos recuerdos sombríos sobre los truculentos hechos que condujeron al cierre del W. S. Hospital, y el asesinato sin resolver de una joven enfermera, cuyo cadáver mutilado fue encontrado una noche después del cierre de las luces. La policía sospechó de un paciente, pero sólo ahora, con la reaparición del asesino, se conocerá la respuesta.


Citas:
  • Oyendo a la gente quejarse de su madre. Madres desconsideradas, madres crueles, madres sexualmente provocativas. Madres fallecidas que seguían vivas en la mente de sus hijos. Madres vivas a la que sus hijos querían matar.
  • Escuchó en silencio terribles impulsos de odio asesino, para agregar solo de vez en cuando algún breve comentario benévolo, evitando interrumpir la cólera que fluía a borbotones del diván.
  • Feliz 53° cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte.
  • Pertenezco a algún momento de su pasado. Usted arruino mi vida. Quizá no sepa cómo, por qué o cuándo, pero lo hizo. Llenó todos mis instantes de desastre y tristeza. Arruino mi vida. Y ahora estoy decidido a arruinar la suya.
  • La vida era alegre en el pasado: un retoño y sus padres a su lado. El padre soltó amarras, se largó, y entonces todo eso se acabó.
  • Que algo te incomode no significa que debas ignorarlo.
  • Locura – pensó – pero una locura con un inconfundible toque de inteligencia porque provocará que me sume a ella.
  • Pensó en su hermana, quince años mayor que él una diferencia de edad que los convertía en miembros de la misma familia situados en órbitas distintas.
  • Se produjo un silencio frío y sepulcral que duró casi un minuto.
  • Había notas sobre sueños y entradas anotadas que enumeraban asociaciones críticas hechas por los pacientes o que se les habían ocurrido a él durante el tratamiento: palabras, frases, recuerdos reveladores.
  • Una muerte lenta y dolorosa seguida de tres años de borradura.
  • La actitud le hizo vacilar, lo suficiente para verse asaltado por una algarabía insólita, mezcla de lo rutinario y lo surrealista.
  • ¡Un camino fácil!, - casi gritó -. ¡En la vida o hay caminos fáciles!
  • El sonido de sus propias palabras extinguiéndose en la habitación oscura tuvo el efecto inmediato de acallarlo. Le hervía la sangre, al borde de la furia.
  • ¿De qué te serviría tener un guía hacia el infierno si no estuviera ahí cuando lo necesitaras?
  • Lo que has averiguado es que en este juego todo, incluso el probable resultado, se juega en un campo diseñado especialmente para ti.
  • En las películas, al héroe no le costaba demasiado detectar las fuerzas del mal que lo acechaban. Los malos llevaban sombreros negros y una mirada furtiva en los ojos. En la vida real era muy distinto. Todo el mundo es sospechoso. Todo el mundo está absorto.
  • Bueno, doctor, me alegra saberlo. Espero que esté del todo seguro de esto. – Mientras hablaba, la voz del abogado bajó de tono y cada palabra se afilaba cada vez más –.
  • Me dediqué a buscar destajo en veinte años de mi trabajo. ¿Es ese número acertado? El tiempo casi se ha terminado y no puedo dejar preguntar ¿a la madre de R debo encontrar?
  • Debió de estar sentado a la mesa, inmóvil por fuera revuelto por dentro, durante horas, casi en trance, incapaz de imaginar su próximo paso. Sabía que tenía que hacer planes, tomar decisiones y actuar en determinadas direcciones, pero no obtener una respuesta cuando la esperaba lo había paralizado. Le pareció que apenas podía moverse, como si de repente todas sus articulaciones se hubiesen paralizado y no estuvieran dispuestas a obedecer órdenes.
  • Siguiendo la pista estás al volver la vista atrás. Veinte años sitúa cuándo, a mí madre estas buscando. Sabes su nombre es otro cantar así que una pista te voy a dar. Te diré que, cuando la atendiste, como señorita la conociste. Y los días que sucedieron, sus labios jamás sonrieron. Dejaste tus promesas sin cumplir. Y la venganza de su hijo vas a sufrir. El padre lejos, la madre fallecida: por eso quiero acabar con tu vida. Y será mejor que termine esta rima, o el tiempo se te echará encima.
  • El psicoanálisis tiene un principio que está en la base de toda terapia: todo el mundo lo recuerda todo. Puede que no se recuerde con precisión fotográfica, que las percepciones y las reacciones estén enturbiadas o sesgadas por todo tipo de fuerzas emocionales, que los hechos recordados con claridad sean en realidad turbios pero, cuando por fin se revisa, todo el mundo lo recuerda todo. Las heridas y los temores pueden acechar escondidos bajo capas de estrés, pero están ahí y pueden encontrarse, por muy potentes que sean las energías psicológicas de la negación.
  • Si no eres una delincuente, ¿por qué estas ayudando a uno? Insistió é, sin hacer caso a su pregunta. Si no eres una sádica ¿por qué trabajas para uno? Si no eres una psicópata, ¿por qué te unes a uno? Y si no eres una asesina, ¿por qué ayudas a uno?
  • El miedo puede provocar todo tipo de comportamiento inusual.
  • La gente se sacrifica sin cesar para que otros puedan vivir. Los soldados en combate. Los bomberos en un edificio en llamas. Los policías en las calles de la ciudad.
  • Para ganar una partida de ajedrez hay que ser más previsor que el adversario. Ese único movimiento que escapa a su perspicacia es lo que permite derrotarlo. Creo que deberías hacer lo mismo.
  • Lo que necesitas son conocimientos, información, comprensión.
  • La respuesta de un psicoanalista. Evasiva y escurridiza. La edad proporciona otras interpretaciones, por supuesto. Las venas se endurecen, lo mismo que las opiniones.
  • La luz solar y el calor del campo que entraban en la casa parecían disipar las dudas y preguntas que hubiera podido tener sobre el viejo analista. Los aspectos inquietantes de su anterior comunicación se desvanecieron con la claridad de la mañana. Asomó la cabeza en el estudio en busca de su anfitrión, pero la habitación estaba vacía, cruzó el pasillo central de la casa hacia la cocina, donde podía oler aroma de café.
  • El policía. Un hombre joven con un sombrero de ala ancha, una guerrera gris y una típica extensión dura de estar de vuelta de todo que contradecía su juventud, indicó al taxi que se parara a la izquierda. El conductor bajo la ventanilla y le gritó desde el otro lado de la carretera.
  • Solo alguien a quien conocía. A quien creía conocer.
  • ¿Acaso no dicen que la muerte, un divorcio y una mudanza son las tres cosas más estresantes que existen? Afectan el corazón. Y apuesto que también la mente.
  • Las apariencias no significan demasiado.
  • Siempre va bien dedicar un momento a evaluar, sacar una conclusión, y después, proceder. Éste podría ser uno de esos momentos. Lo único de lo que puede estar seguro es de que pasó unas horas en presencia de un médico al que conocía de tiempo atrás. No sabe si estuvo en su casa o no, o si tuvo un accidente o no. No sabe con certeza si su antiguo analista está vivo o no, ¿verdad?
  • Hace veinte años, como profesional, traté a gente pobre en un hospital. Me marché para mejorar de posición. ¿Fue eso lo que me motivó esta situación? ¿Qué, al irme, en el olvido la dejara provocó que esa mujer se suicidara?
  • El tren reducía la velocidad y se metió de repente en un túnel dejando atrás la luz del mediodía mientras avanzaba hacia la estación. Las luces del vagón se encendieron y confirieron a todo y a todos un aspecto pálido, amarillento. Al otro lado de la ventanilla, se veía pasar la forma oscura de vías, trenes y columnas de hormigón. A Ricky le pareció una sensación parecida a la de ser enterrado.
  • Ricky se acerca cada vez más, en su búsqueda hacia atrás. La ambición la mente le nubló, y lo que decía la mujer ignoró, la dejó confusa, a la deriva, tan pérdida que le costó la vida. El hijo, que vio la equivocación, quiere vengarse sin dilación. Antes era obre y rico ahora; cumplirá su deseo sin demora. ¿Visitar los archivos del hospital bastará para lograr el triunfo final? Hay algo que Ricky no puede olvidar: tiene setenta y dos horas para jugar.
  • Depresión aguda persistente debida a la pobreza.
  • Una profesión hecha jirones. Una vida sumida en confusión.
  • Estoy en la misma posición que cuando la primera carta llegó a mi consulta.
  • El hombre que lo miraba apenas se parecía al que creía haber sido antes.
  • Cuando abrió los ojos a primera hora de la tarde, notó que el sol había recorrido el cielo. Estuvo desorientado un momento hasta que el mundo a su alrededor se enfocó, un mundo conocido y entrañable, pero verlo le resultaba duro, casi como su la vista más reconfortante quedara curiosamente fuera de su alcance. No le daba placer contemplar el mundo que lo rodeaba.
  • Pero el pilar del psicoanálisis es que un tratamiento exitoso lleva al paciente a un estado libre de ansiedad y depresión.
  • Espero que encuentre muy pronto su propio camino hacia el infierno, porque ahí lo estaré esperando.
  • Decidió no mirar atrás y acelero hacia la noche cada vez más oscura.
  • Se percató de que, en ese país, la gente era ante todo números. Un número de la seguridad Social. Números de cuenta bancaria y tarjetas de crédito. Un número de identificación fiscal. Un número de carné de conducir. Números de teléfono y direcciones.
  • El sida era una posibilidad evidente. Así como la tuberculosis o el cáncer de pulmón, dada la tos convulsiva del hombre. También podía ser neumonía, aunque la estación no era adecuada. Estaba tan cerca de la vida como de la muerte.
  • Sintió la presencia del tercer miembro del triunvirato, pero Rumplestiltskin seguía siendo una sombra que se fundía con la noche e inundaba el callejón como una marea que sube de forma constante.
  • Era como sumergirse en un lago de agua oscura, sin saber lo que hay bajo la superficie.
  • Acepta la locura, crea el delirio, establece la duda, alimenta la paranoia.
  • Había trabajado décadas en un mundo de privacidad donde los secretos permanecían ocultos bajo nieblas emocionales y capas de dudas, encerrados en la memoria, oscurecidos por años de negaciones y depresiones.
  • Lo detestaba y apasionaba a la vez.
  • Un pedófilo dominado por el deseo de una fuerza poderosa es imparable.
  • Creo que debería abrir su corazón a la bondad que recuerda, hija mía, y de ese modo podrá consolarse.
  • Hasta los malos poetas aman la muerte.
  • Duele un poco, lo sé. Pero el dolor no es porque te haya roto el corazón. Es más bien porque comprendes que te engaño. Y ahora tu confianza se resiente.
  • Los tonos que utilizaba eran los mismos que antes, agresivos, engatusadores y burlones un instante y duros e intransigentes al siguiente.
  • Su peligro radica en los colores camaleónicos que adoptaba; tanto intentaba resultar amable como furiosa y directa.
  • Sirve para demostrar lo escurridiza que puede ser la realidad.
  • Piensa como zorro. Tienes que dejar un rastro para saber dónde están, pero mantener suficiente ventaja pasa que no te detecten y capturen. Y, a continuación, llévalos directamente a dónde quieres.
  • El mejor juego es aquel en el que no te das cuenta de que estás jugando, pensó.
  • Lázaro el cerco ha estrechado. Ahora ya no está desorientado ¿Esta aquí? ¿Está allá? Vete a saber. En cualquier parte puede aparecer. El juego despacio va avanzando y Lázaro cree que lo está ganando. Quizás el señor R ya no pueda elegir y las instrucciones del Voice deba seguir.
  • Pensó que era un poco como nadar en un mar embravecido por una tormenta, cortando las olas que tiraban de él en todas direcciones.
  • El zumbido de los insectos en un campo cercano… deseó formar parte del aire.
  • Conozco cada temor, cada duda, cada esperanza, cada sueño, cada aspiración, cada ansiedad, te conozco tan bien como te conoces tú mismo, y puede que mejor.
  • Fueron reinventados por completo.
  • Freud decía que las coincidencias no existen.
  • Pero hay diferencia entre desear y actuar.
  • Psicológicamente, somos resultado de nuestro entorno.
  • Abandonado por su padre biológico. Rechazado por sus demás familiares. Sin haber gozado de algo parecido a la estabilidad. Expuesto a toda clase de perversidades sexuales. Maltratado por la serie de novios sociopáticos de su mare, la única persona en la que confiaba en este mundo a la que finalmente vio suicidarse, impotente, sumida en la pobreza y la desesperación.
  • Pero si hasta los políticos más necios no cesan en decir que vivimos en una sociedad que elude las responsabilidades.
  • Un psicópata que te matará con la misma despreocupación con que podría aplastar una araña que se cruza en tu camino.
  • Le habían quedado los ojos abiertos y mantenía la mirada fija con macabra intensidad.
  • Recordó que no era la primera vez que veía la muerte.
  • Su voz parecía fuera de lugar, como una tos en medio de un solemne oficio religioso.
  • Los papeles predominaban sobre las verdades.
  • La justicia era un concepto mucho más pequeño y menos noble, la clase de concepto que cabría en una cajita de cartón.
  • El miedo es algo extraño, se manifiesta de muchos modos externos, pero ninguno de ellos tan poderoso como el acero que te atraviesa el corazón y el estómago o la corriente que te recorre la imaginación.
  • Una emboscada basada en el amor.
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1 comentario:

  1. ¡Hola! Este libro lo leí hace unos años y me encantó y se lo leyó toda mi familia después, xD. Te mantiene en vilo, me eencanta el suspense psicológico y la verdad es que no me acordaba de muchas de las citas, así que ha sido como refrescarme la memoria. A ver cuándo puedo leer algo más del autor, ;).
    Por cierto, para dar a conocer tu blog es bueno que comentes en otros blogs, en las redes sociales, como en facebook hay grupos de blogs literarios, etc, ;).
    Un saludo,
    Esther.

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