It – Stephen King.

Calificación: 5 Estrellas.

Reseña:

¿Quién o qué mutila y mata a los niños de un pequeño pueblo norteamericano? ¿Por qué llega cíclicamente el horror a Derry en forma de un payaso siniestro que va sembrando la destrucción a su paso?Esto es lo que se proponen averiguar los protagonistas de esta novela. Tras veintisiete años de tranquilidad y lejanía una antigua promesa infantil les hace volver al lugar en el que vivieron su infancia y juventud como una terrible pesadilla. Regresan a Derry para enfrentarse con su pasado y enterrar definitivamente la amenaza que los amargó durante su niñez.
Saben que pueden morir, pero conscientes de que no conocerán la paz hasta que aquella cosa sea destruida para siempre.
It es una de las novelas más ambiciosas de Stephen King, donde ha logrado perfeccionar de un modo muy personal las claves del género de terror.

Citas:

• ¿Qué buscas, viejo amigo?Después de tantos años, a qué vienes. Con sueños que albergaste.

• Bajo cielos ajenos. Muy lejos de tu tierra.

• ¡Empiezan!Las perfecciones se acentúan. La flor extiende sus coloridos pétalos Amplios al sol. Pero la lengua de la abeja. No le acierta. Pero la lengua de la abeja. No les acierta. Se hunden de nuevo en el lodo Dando un grito. Puede decirse que un grito. Que repta sobre ellos, un estremecimiento.Mientras se marchitan y se esfuman.

• Oyó la lluvia azotando las ventanas de la cocina. Ese sonido era reconfortante, pero no así la idea de bajar al sótano.

• Mientras tanteaba en busca del interruptor, una garra espantosa se posara sobre su muñeca.

• Y fue entonces cuando una voz, una voz razonable y bastante simpática, le hablo desde dentro de la boca de la tormenta.

• La tormenta me trajo volando, se llevó todo mi circo. ¿no sientes olor a circo?

• Era uno de esos tontos convencidos de que todo saldrá bien.

• Su hombría acababa de sufrir un insulto que debía ser vengado.

• Había muchos hombres, eso sí, pero lo mismo pasaba en miles de bares de obreros de todo el país, la clientela podía ser gay, pero gay no quiere decir estúpido.

• Hay demasiados lugares y demasiada gente aquí que parecen afectados e demencia profunda.

• Y si me entero que les dan por el culo les enviare una tarjeta diciéndoles que ojalá les hayan contagiado el sida.

• Todo es mucho más difícil cuando es real.

• La casa, tan elegantemente retirada tras los setos de tejos, mejoraba un poco aquello… pero no del todo. Aún estaba allí el dolor y la vergüenza. Ni siquiera la aceptación de ese vecindario elegante y adinerado borraba aquella interminable caminata, con el crujir de la gravilla bajo sus zapatos.

• Se odiaba a sí misma por esos pensamientos tan poco caritativos y prometía corregirse, dejar de beber esos amargos cócteles de hiel.

• Sus pronósticos eran, además, invariablemente sombríos.

• Esa noche, en la cama, cuando creía que dormía desde hacía rato, éste empezó a hablar en la oscuridad. Aunque su voz era inexpresiva, sonaba ahogada por las lágrimas.

• Reconoció su expresión analítica, la que revelaba que alguien estaba planteando un problema explicando un súbito cambio en determinada situación, explicando algo extraño o interesante.

• Y entonces, esa solemnidad casi sagrada comenzó a transformarse. Los ojos, enormes, comenzaron a sobresalir y su boca compuso una horrible mueca de horror.

• Las heridas relumbraban, rojo purpúrea, bajo la hiriente luz blanca. Pensó que los tendones y los ligamentos expuestos parecían trozos de carne barata.

• Año tras año, el mundo en que vivía parecía cada vez más a una enorme casa electrónica hechizada donde fantasmas digitales y asustados seres humanos habitaban en intranquila coexistencia.

• Los chicos de once años no hacen promesas en serio y eso no tenía nada de cierto.

• Era el olor de la bestia, el olor de Eso, allá en la oscuridad, donde las maquinas atronaban incesantemente.

• Ese borracho había sido mucho antes una estrella de baloncesto. Por primera vez y probablemente por última vez, había llevado a su equipo al primer puesto de la liga nacional de institutos, en 1961. Ante el joven parecía abrirse un futuro casi sin límite. Pero había abandonado la universidad en el primer semestre, víctima de la bebida, las drogas y las fiestas interminables.

• Tal vez por eso Dios nos hizo niños para empezar cerca del suelo.

• Y allí estaba ella, haciéndolo otra vez. Era lenta para aprender, sí, pero el buen maestro da lo mejor de sí con los alumnos lentos.

• Ella no quería hacer el amor, según dijo. El vio una verdad diferente en sus ojos y en la humedad entre sus piernas. Cuando él le quito la blusa, sus pezones estaban duros, ella gimió al primer roce y lanzo una suave exclamación cuando el chupó, uno primero, el otro después, acariciándolos, le tomo las manos y se las llevo entre las piernas.

• Mejor ser el palizador que el apalizado.

• Lo que ella veía en esas ocasiones era cierta bestia sin rostro. No tenía rostro, pero sí nombre, autoridad.

• Tengo que darte una paliza, su voz era cuerda, hasta apenada, pero el mostraba los dientes en una sonrisa blanca y helada.

• Ese descabellado entusiasmo corría por ella otra vez, como una ola que la levantara, llevándola, purificándola, una fuerza tan poderosa que cualquier pensamiento consciente se perdía en ella; solo el pensamiento de la sangre y su voz única, poderosa, le hablaban con algún inarticulado sistema del deseo, aunque no sabía ni le importaba saber que deseaba.

• Nos entendemos en la cama, pero también noes entendemos fuera de ella, y ahora eso parece más importante.

• Me siento como el pájaro ha de sentirse cuando llega el otoño y él sabe… sabe, de algún modo, que debe volar a su terruño. Es instinto, nena… y creo que el instituto es el esqueleto que sostiene todas nuestras ideas sobre el libre albedrío.

• El la abrazo con fuerza, pero no respondió a su pregunta.

• A través de los años, ¿cuantos ojos humanos habían vislumbrado sus anatomías secretas?

• Casi como druidas en círculo, con las manos sangrando su propia promesa, palma contra palma. Un rito tan antiguo como la humanidad, tal vez, una desprevenida espita abierta en el árbol de todos los poderes: el que crece en la frontera entre la tierra de todo lo sabido y la de todo lo sospechado.

• En ese momento parecía un buitre custodiando alegremente un animal recién muerto, esperando que llegara al punto justo de sabrosa descomposición antes de comenzar a cenar.

• Mi superficie soy o mismo.Bajo la cual, como testigo. Está enterrada la juventud. ¿Raíces? Todo el mundo tiene raíces.

• A veces no sé qué voy a hacer. La tristeza de verdad no tiene cura.

• La moneda falsa siempre vuelve.

• La madurez, en que probablemente pensaría de ese modo casi siempre, tarde o temprano acabaría por atraparlo.

• No tenía amigos, pero si libros y sueños.

• A veces caminaba por entre las estanterías de los adultos contemplando aquellos millares de volúmenes imaginando un mundo de vidas dentro de cada uno.

• La gente siempre estaba cayendo en coma y abecés se quedaban así, a pesar de todos los esfuerzos.

• No todos aparecieron, y de tanto en tanto, las suposiciones no daban en el blanco.

• Tal como uno de los muertos que salían de la tumba en las historietas de terror.

• Pero es de suponer que, si Dios tiene la crueldad de conocer a los fieles lo que más desean en la vida, bien pude caer en la perversidad de repartir una o dos risadas por el camino.

• En su mente, un susurro tenebroso graznó.

• A pesar de las piedras que tenía en el pecho, aumento la velocidad de su pedaleo temiendo que aquellas manos cubiertas de costras se cerraran alrededor de su brazo, arrancándolo de su Raleigh para arrojarlo en la zanja, donde sólo Dios sabía qué podía pasarle.

• Qué diablos, no será la primera vez, ¿no? Soy sólo un viejo vagabundo solitario, no tengo dinero, no tengo casa, pero algo tengo: tengo una enfermedad que me está comiendo. La piel se me cuartea, se me caen los dientes, ¿y sabes qué?: siento que me estoy pudriendo como una manzana. Lo siento, siento que eso me come desde dentro hacia fuera, me come, me come.

• Las carcajadas se convierten en risitas, las risitas se convierten en bufidos, los bufidos en aullidos y, finalmente, se ve obligado a apoyarse contra el coche porque las lágrimas le corren por la cara y se pregunta, confusamente, si no va a orinarse en los pantalones.

• Ir al cine siempre lo hacía sentir bien; le encantaba ese mundo mágico, esos sueños mágicos. En la vida real, los más chicos reciben la paliza, recogen sus bártulos y se van a su casa.

• El sótano era un penumbroso batiburrillo de cajas y cajones. El suelo era de tierra y, como las hojas, despedía un aroma húmedo y mohoso.

• ¡Tú mataste a mi hermano, hijo de puta!, por un momento, la bestia que había bajado por la escalera pareció reír, pareció hablar; era como si un perro cruel hubiera comenzado a ladrar palabras confusas: y a ti también voy a matarte.

• Eso sería bonito, eso sería… bueno, como el paraíso.

• Deja que se lo lleve, si lo quieres. Deja que lo arrastre hacia abajo. Mira lo que te sacaras de encima.

• Tenía muchísimo miedo, porque sentía que esos relatos no eran invenciones.

• Se puede vivir con miedo, si hubiera podido. Tal vez no eternamente, pero si mucho tiempo. En cambio, con la ofensa no se puede vivir, porque abre una grieta en tu pensamiento y si miras dentro de ella ves que allí hay cosas vivas, cosas con ojos amarillos que no parpadean y que huelen muy mal en esa oscuridad.

• Allí abajo donde el sol nunca brilla y la noche nunca cesa.

• Con el infinito no se juega.

• Los caminos llevan a otros caminos, que no se puede iniciar camino más fantástico que el que parte del propio umbral y lleva a la acera, pues desde ahí se puede ir.

• En uno de esos arrebatos de esclarecimiento que a veces experimentan quienes han sido dotados de curiosidad y penetración psicológica.

• ¡Que te diviertas!, ¡Esta noche morirás!

• La arrojó y dio dos pasos atrás, tambaleándose, con los ojos dilatados, frotándose las manos en la pechera de la camisa.

• Tu pelo es fuego invernal, brasa de enero, allí ardo yo.

• Eran como islas que no eran islas sino vértebras de una misma espina dorsal coralina, que asomaba sobre el nivel del agua, no separada, sino en una misma pieza.

• Pero padres e hijos suelen tener aficiones muy diferentes y sólo un parecido pasajero.

• Me llene la cabeza de wiski y la barriga de ginebra, dice el doctor que eso me matará pero no dice cuándo.

• Un pájaro vino por el camino, No sabía que yo le veía. Por la mitad a un gusano partió y crudo se lo comió.

• Tú, letárgica, atendiéndome,Esperando el fuego y yo, Atendiéndote estremecido por tu belleza.

• Pues yo nací con mi traje de nacer. El médico me palmeo el culo y dijo: Vas a ser algo especial, tu dulce culito.

• Perdido en las cloacas, perdido en la oscuridad.

• No podéis detenerme porque soy el leproso, no podéis detenerme porque soy la momia, no podéis detenerme porque soy los niños muertos.

• Esa camaradería que terminaba con brazos fracturados y lechos de dolor.

• El ruido de la lluvia y el silencio compartido.

• Tienes que perder, no puedes ganar constantemente.

• No ha de hacerse, las goteras han podrido el telón, las tramas están desechas, libra a la carne de la máquina, no construyas más puentes,¿Por qué aire volarás para unir los continentes? Deja que las palabras caigan de cualquier manera para que pueda tropezar de improvisto con el amor. Será un reconocimiento extraordinario, quieren rescatar demasiado, La inundación ha hecho su obra.

• Mira y recuerda, mira esta tierra, lejos, lejos, A través de las fábricas y de la hierba. Seguramente, seguramente te dejarán pasar. Habla entonces, e interroga al barro y a los bosques, ¿Qué oyes? ¿Cuál es la orden de la tierra? La tierra está ocupada, este no es tu hogar.

• Apareció una imagen nueva, más descabellada que las anteriores, se vio a sí misma sacándose los vaqueros, una de sus piernas salía junto con ellos. El padre la castigaba con el cinturón, mientras ella trataba de escapar saltando sobre su única pierna.

• Segundo a segundo, la realidad tenía un matiz de sueño.

• Tenía un sueño descabellado. Estaba soñando que mataba a su padre.

• Los adultos tenían sus propios terrores y se les podían activar las glándulas para que todos los elementos químicos del miedo inundaran el cuerpo y salaran la carne. Pero sus miedos eran, casi siempre demasiado complejos. Los miedos de los niños solían ser más simples y más poderosos. Los miedos infantiles, con frecuencia, se convocaban con una sola cara… y si hacía falta un cebo, ¿a qué niño no le gustaban los payasos?

• Estaban con él y en esa ocasión la oscuridad fue generosa.

• Esos periodistas harían comprender a la gente cierta versión de la verdad y la tornarían real, aunque algunos habrían sugerido que la realidad es un concepto bastante indigno de confianza, quizá no más sólido que un trozo de lona extendido sobre cables entrecruzados como hebras de telaraña.

• Nada es eterno… salvo quizás el amor.

• En estos tiempos, el océano parece una interminable flota de barcos, difícilmente dejamos encontrarlos en buen número al levantar anclas, apenas es un cruce, dijo Mr. Micawber jugueteando con sus gafas, apenas es un cruce, la distancia es bastante imaginaria.

• La conocí cuando andaba por las calles, La conocí cuando andaba por el alcohol. La conocí cuando iba de fiesta en fiesta,Cuando esta novia bailaba el rock and roll.

• No hace falta mirar atrás para ver a esos niños; una parte de tu mente los vera siempre, vivirá con ellos para siempre, amará con ellos para siempre. No son, necesariamente, la mejor parte de ti, pero alguna vez fueron el depósito de todo lo que podías llegar a ser. Por eso: aléjate pronto, aléjate pronto, mientras la última luz se escurre, pon distancia entre tú y Derry, entre tú y los recuerdos, pero no entre tú y el deseo. Eso queda: el reluciente camafeo de todo lo que fuimos y creímos cuando niños, de todo cuanto brillaba en nuestros ojos, aun cuando estábamos perdidos y el viento soplaba en la noche. Pon distancia y trata de mantener la sonrisa. Sintoniza un rock and roll en la radio y ve hacia toda la vida que existe con todo el valor que puedas reunir y toda la fe que logres invocar. Sé leal, sé valiente, aguanta. El resto es oscuridad.

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