viernes, 20 de noviembre de 2015

Caballo de Troya 2 Masada - J. J. Benítez.

Calificación: 5 estrellas.



Mi Opinión: 

Para comenzar esta reseña quisiera explicar un poco de lo que es Masada, Masada es una montaña aislada que se encuentra en los bordes orientales del desierto de Judea cerca del Mar Muerto, a una altura de 440 metros sobre su nivel (50 metros sobre el nivel del Mar Mediterráneo).
La meseta tiene una longitud de 600 metros y un ancho de 300 metros. El rey Herodes, que reinó entre los años 40-4 a.C., eligió a Masada como refugio contra sus enemigos. Después de la trágica muerte de los defensores de Masada, la fortaleza cayó en manos de los romanos, quienes continuaron viviendo en el lugar hasta el siglo 5-6 d.C., cuando se establecieron en el lugar monjes cristianos. 

El libro relata el segundo viaje por el tiempo de dos soldados Estadounidenses para documentar la vida de Jesucristo a diferencia de Caballo de Troya 1 donde se narra la última semana de vida de Jesús, al parecer la misión fue todo un éxito pero uno de los soldados dejo olvidado en el pasado un micrófono donde es grabada la ultima cena obligando esto a un segundo viaje por el tiempo. 

En Caballo de Troya 2 los científicos que conforman el equipo Caballo de Troya hacen un descubrimiento escalofriante, los viajes en el tiempo afectan el organismos de los viajeros de una forma irreversible y dañina, a pesar de la información que tienen sobre las consecuencias de dichos viajes deciden trasladarse a la época ya mencionada, en esta segunda misión tienen que documentar la resurrección de Jesucristo y sus apariciones narradas en las sagradas escrituras. 

En el transcurso de la historia en medio del cumplimiento de esta misión los soldados se toparan con sorprendentes acontecimientos los cuales desconcertaran no solo a ellos sino también al lector.

A mi parecer el libro cuenta la historia de Jesús de una manera más objetiva, en la primera mitad del libro el autor entra mucho en detalle sobre el conflicto que se vive en medio oriente lo sorprendente del documento es que fue escrito en el año 86 aproximadamente y ya hablan de computadoras con disco de estado sólido.

Pienso que la obra Caballo de Troya es un texto muy influyente, ya que al final de leerlo más de un cambio te hará en la manera de pensar del lector sobre la misma religión.

Reseña: 

Tras la apasionante aventura vivida en tiempos de Jesús, nuestro viajero regresa a su tiempo, pero un pequeño imprevisto le hará volver a la Palestina del año 30 de nuestra era y le permitirá asistir a las misteriosas apariciones de Jesús a sus discípulos tras su Resurrección, así como investigar ciertos aspectos de las mismas llegando a conclusiones sorprendentes... Siguiendo el mismo estilo de su anterior libro, con su particular manera de confundir al lector, J.J. Benítez nos sumerge de nuevo en esta increíble aventura en el tiempo iniciada en su libro anterior; además, esta vez nos brinda la oportunidad de asistir a lo que realmente pudo suceder en los nueve días posteriores a la muerte de Jesús y a su anunciada Resurrección, y como en su anterior trabajo nos plantea cuestiones que nunca han tenido respuesta como: ¿Es la Síndone de Turín la misma que sirvió de mortaja al cuerpo del Cristo?, ¿Cómo pudo desaparecer el cuerpo del Señor de su sepulcro? o ¿Era el cuerpo del Resucitado como el nuestro, de carne y hueso?, y si no lo era... ¿De qué naturaleza era? Además, el denominador común del libro es la casi afirmación de que ni los Evangelios ni la Iglesia nos cuentan lo que realmente sucedió en aquellos días ni de qué manera sucedió, en definitiva, los elementos necesarios para hacerlo un dignísimo sucesor de su hermano mayor, Jerusalén (Caballo De Troya 1).


Citas:

  • Espero que aquellos que lleguen a leer mi legado sepan comprender y perdonar mis continuas debilidades y torpezas...
  • Durante horas, en el silencio de mi habitación, busqué soluciones. Traté de razonar conmigo mismo. Fue inútil. En el centro de mi existencia, y para siempre, se había instalado un nombre: Jesús de Nazaret.
  • Quedé paralizado y, al mismo tiempo, humillado por mi descarado egoísmo.
  • La Ciudad Santa había padecido 16 invasiones, siendo arrasada y vuelta a edificar en más de una decena de veces.
  • ¡Masada no volverá a ser conquistada!
  • La matanza de civiles suponía un duro golpe a los intentos de Nixon para lograr un acuerdo sobre el canal de Suez.
  • Horas antes, en Bengasi, durante los funerales por las víctimas del Boeing, miles de libios habían estallado, gritando: ¡Venganza, Gadafi, venganza!
  • El mundo tiene derecho a saber cómo y hasta qué extremos es manipulado secretamente por las grandes potencias.
  • Somos ignorantes de lo que se cuece en los despachos de los políticos y de los militares.
  • La neutralidad ante la guerra era casi impensable. E, incluso en el caso de producirse, ni unos ni otros la perdonarían.
  • El descenso de las botellas de helio al fondo de la “piscina” señalaría el inicio de la fase “roja”.” Y todos nos dispusimos para el gran momento.
  • En verdad, en verdad os digo que un sirviente no es más grande que su amo.
  • Y si otro desea ser jefe, que se vuelva sirviente.
  • Cuando hayáis terminado vuestro trabajo en la Tierra, al igual que yo he concluido el mío, entonces vendréis a mí en la misma forma en que yo me preparo ahora para ir al Padre.
  • No os dejaré en la desolación. Hoy sólo puedo estar con vosotros en persona.
  • Una vez te llamé a ti y a tu hermano hijos del trueno. Comenzaste con nosotros con una mente recia e intolerante.
  • La vejez representa, normalmente, experiencia.
  • Medita bien todo lo que te he dicho sobre dar al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios y a mí lo que es mío.
  • Los que luchan con la espada, mueren con la espada.
  • Se avecinan tiempos duros...
  • Debes aprender que incluso la expresión de un buen pensamiento tiene que ser modulada de acuerdo con el nivel intelectual y el desarrollo espiritual del que escucha.
  • Los infantes del Ejército romano eran hombres, física y psicológicamente, mejor preparados para afrontar el miedo y los peligros del combate o, sencillamente, de una guardia nocturna.
  • En su rostro había una mezcla de miedo y esperanza.
  • No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti: ésa es toda la Ley.
  • Tuve de pronto la sensación de que alguien nos observaba. Fue un escalofrío en la nuca.
  • ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas...!
  • No olvidéis a los enfermos y alentar a los tímidos y temerosos. Siempre estaré con vosotras hasta los confines de la tierra.
  • ¿qué clase de benevolencia podemos esperar sus seguidores?
  • Si el rudimentario Cleofás —que no sabía leer ni escribir— era capaz de Inventar” frases como las que llevaba oídas, una de dos: o era un genio o un loco iluminado. Claro que también podía contemplarse una tercera opción: que, simplemente, estuviera diciendo la verdad...
  • Quizá fue el miedo. No lo sé. O quizá la ausencia de sombras y de los naturales relieves.
  • Tuve la impresión de que el tiempo y el espacio se hubieran hecho hielo. Y, de pronto, los brazos de aquel “ser” de luz se movieron.
  • Cuanto más permanezcas aquí, más larga será tu vida.
  • Las imágenes de los azotes volvieron a mí, revolviéndome el estómago.
  • Roma me envidiará cuando sepa de mis innovaciones.
  • Su cara, blanca, hinchada y redonda como un escudo se iluminó al reparar en los manjares. Sus labios se abrieron en una sonrisa cargada de gula, haciendo brillar sus tres dientes de oro.
  • Será una estrella, como una espada ardiente, que lucirá día y noche y por espacio de un año a la vista de todos los habitantes de Jerusalén.
  • A ocho días del mes de abril, a las nueve de la noche, se mostró tanta lumbre alrededor del altar y alrededor del templo, que parecía ciertamente ser un día muy claro, y duró esto media hora larga.
  • Preparad un lugar para este justo.
  • Depositaba la gota de bilis amarga —primera señal, sin duda, de la putrefacción— entre los labios del difunto, le arrebataba el alma, desapareciendo.
  • Las filacterias —traducción griega de los tefilín— eran y son unos estuches negros y cuadrados, de pequeñas dimensiones, fabricados con pieles de animales puros. En su interior se introducían pasajes del Éxodo y del Deuteronomio, escritos en pergaminos y que se amarraban en la frente y en la palma de la mano a base de correas igualmente negras.
  • A partir de los doce años y medio, coincidiendo con la primera menstruación, la niña alcanzaba la categoría de mujer, pudiendo pasar —por el casamiento— de la tutela del padre a la del esposo.
  • En el derecho judío, un matrimonio constaba de dos “momentos” o fases bien diferenciadas y estrechamente ligadas: los esponsales y el casamiento o “bodas” — Cuando dos jóvenes decidían unirse para toda la vida entraban en el primer estadio. En realidad se les consideraba ya como esposos, sin embargo, la definitiva unión, tal y como fija el Deuteronomio, sólo se producía cuando el novio “tomaba a la esposa de su casa” (Deut., XX, 7). A pesar de ello, los esponsales no pueden juzgarse como un simple “noviazgo”. Llevaba en sí mismo el sello de un auténtico “contrato matrimonial”. Hasta el punto que una mujer que era sorprendida en adulterio —encontrándose en el período de “esponsales”— podía ser repudiada y ejecutada. Parece ser que era una costumbre tolerada aunque mal vista, que los “esposos” mantuvieran relaciones sexuales, como marido y mujer, antes de las nupcias propiamente dichas— Éstas, como digo, tenían lugar con el traslado de la novia o esposa a la casa del marido. Las fiestas duraban hasta siete días, incluso más.
  • No hay que olvidar que aquél era el “imperio de los varones” y que las mujeres no contaban.
  • Si María hubiera sido realmente una mujer sumisa —tal y como pregonan muchos cristianos—, no habría habido viaje a Belén.
  • El llanto y duelo por mi muerte será mucho más notable.
  • La luz de arriba nos llega para iluminar a aquellos que se hallan en las tinieblas y en la sombra de la muerte. Para conducir nuestros pasos por el camino de la paz.
  • ¿Cómo es posible que la vida de un ser humano pueda venirse abajo en minutos?
  • Sólo conociendo a los seres humanos se les puede comprender y amar.
  • Os envío, no para amar las almas de los hombres, sino para amar a los hombres. No basta que proclaméis las alegrías del cielo. Es preciso también demostrar las realidades espirituales de la vida divina en vuestra experiencia diaria.
  • Que la fe ilumine al mundo y que la revelación de la verdad abra los ojos cegados por la tradición. Que vuestro amor destruya los prejuicios engendrados por la ignorancia. Al acercaros a vuestros contemporáneos con simpatía comprensiva y una entrega desinteresada, les conduciréis a la salvación por el conocimiento del amor del Padre.
  • Benditos sean en los tiempos venideros...!
  • La luz de arriba nos llega para iluminar a aquellos que se hallan en las tinieblas y en la sombra de la muerte. Para conducir nuestros pasos por el camino de la paz.
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