Calificacion: 5 estrellas.
Mi Opinion:
El tema del viaje por el tiempo a interesado a muchas personas y ha sido tema de investigación por los científicos, si se pudieran hacer esos viajes creo que una de las épocas elegidas por excelencia seria los tiempos de Cristo, fue interesante imaginar el modo de vida de las personas, sus vestimentas, sus costumbres y creencias, estar lado a lado con Jesucristo y disfrutar de su sabiduría.
Cuando estaba leyendo Caballo de Troya 1 - Jerusalén
me preguntaron, ¿Crees que fue cierto lo que narra el libro? En lo personal no
sé si es verdad o pura ficción, lo que sí creo es, tiene un mensaje diferente que
dar a cada uno de los lectores.
Sin lugar a dudas es una serie que desde el
inicio hasta el final, aún y a pesar de su estilo narrativo inundado de un
sinnúmero de detalles técnicos, descriptivos, historias y personajes, me
mantuvo siempre metido en la lectura, atrapado en su narración, arrancándome
emociones tales como sorpresa, indignación, alegría, asombro, suspenso,
momentos de reflexión y admiración, en ocasiones me vi obligado a detener
la lectura para investigar y corroborar datos ahí mencionados.
Caballo de Troya 1 - Jerusalén es
un texto polémico, criticado por el catolicismo, unos dicen que el documento
desprestigia a la Iglesia Católica, pero como todo, cada persona se fabricara
su propia impresión.
Reseña:
Un
investigador español (Juán José Benítez) es contactado por un individuo
autodenominado «el mayor», quien resulta ser un antiguo integrante de la USAF.
Tras la muerte de tan misterioso personaje, Juan José Benítez es conducido a
través de acertijos a un manuscrito, que resulta ser el testimonio del mayor
como partícipe de un proyecto ultra secreto denominado «Caballo de Troya».
El proyecto consiste en la creación y puesta en marcha de una máquina del tiempo, destinada a viajar a los momentos de pasión y muerte de Jesús de Nazaret. El manuscrito describe someramente los detalles técnicos involucrados en tal empresa, pero sobre todo, las andanzas de los viajeros del tiempo al lado del maestro de Galilea.Describe al Hijo del Hombre como un individuo jovial y alegre, alejado de la ortodoxia tradicional, gustoso de ofrecer sus profundas enseñanzas espirituales a quien así lo desee. El mayor, conocido como «Jason» por los habitantes de la época, junto con su compañero nombrado «Eliseo», van dejando atrás su inicial escepticismo, convirtiéndose poco a poco al mensaje espiritual y religioso que Jesús va predicando.
Citas:
- Hay otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribiesen una por una, creo que el mismo mundo no podría contener los libros escritos. “Evangelio de Juan, 21-25”.
- Aquí reposa gloriosamente un soldado de los Estados Unidos que sólo Dios conoce.
- Ante mi sorpresa y la del equipo de Televisa, esa noche se registró un torrente de llamadas desde los puntos más dispares de la República e, incluso, desde Miami y California.
- Al entrar en el calvero me detuve. El corazón me dio un vuelco. El Gran Altar estaba desierto. Bajo el ara, en un nicho central, un personaje desnudo y musculoso empuñaba una daga en su mano izquierda. Con la derecha, la estatua sujetaba una cuerda a la que permanecía amarrado un prisionero.
- Necesito probar y estar seguro de su firmeza de espíritu y, sobre todo, de su interés por Cristo.
- El mundo está lleno de locos.
- Sé de muchas personas que, cuando hablan por teléfono, meditan o, sencillamente, conversan, acompañan sus palabras o pensamientos con los más absurdos dibujos, líneas, círculos, etc., trazados sobre cualquier hoja de papel.
- Tuve la intensa sensación de que era observado.
- Sólo pido a Dios que nuestro sacrificio pueda ser conocido algún día y que lleve la paz a los hombres de buena voluntad, de la misma forma que mi hermano… y yo tuvimos la gracia de encontraría.
- No hace falta ser un lince para comprender que, tanto en la conquista del espacio como en el desarrollo del potencial bélico, unos y otros ocultan buena parte de la verdad y —lo que es peor— no sienten el menor pudor a la hora de mentir y desmentir.
- Que Dios bendiga a los soñadores.
- Lo más aconsejable era conservar aquella actitud limpia y desprovista de prejuicios.
- El tono de su voz me tranquilizó. Había una gran dulzura en su semblante.
- El Maestro, según tengo entendido, es hombre de paz. Nunca ha hecho mal a nadie.
- Lázaro debió notar una especial vibración en mi voz. Aquél fue el primer paso hacia la definitiva apertura de su corazón.
- A casta sacerdotal cree y ha hecho creer al pueblo que ese Salvador tendrá que ser, primero y sobre todo, un sumo sacerdote.
- Jesús, con sus palabras y señales, arrastra a las muchedumbres y eso multiplica su envidia y rencor.
- Jesús, entonces, se inclinó y tras levantarla le dijo: Ten fe y tu hermano resucitará.
- Sé que resucitará en la resurrección del último día y desde ahora creo que nuestro Padre te dará todo aquello que le pidas.
- Sí, desde hace mucho tiempo creo que eres el Libertador, el Hijo de Dios vivo…, el que tiene que venir a este mundo.
- Si tenía en tan alta estima a este hombre, ¿por qué no ha salvado a su amigo? ¿De qué sirve curar en Galilea a extraños si no puede salvar a los que ama?
- La gota de hiel en la punta de la espada del ángel de la muerte empezaba a obrar al final del tercer día.
- Pasará mucho tiempo hasta que ésos y las generaciones venideras comprendan quién soy y por qué fui enviado por mi Padre… Tú, a pesar de venir de dónde vienes, estás más cerca que ellos de la Verdad.
- Lo convertía, al lado de la casi totalidad de los allí reunidos, en un gigante.
- Tenían una virtud singular: parecían concentrar toda la fuerza del Cosmos.
- Jesús de Nazaret era una mezcla de niño y general.
- El mundo no es digno de aquel que se encuentra a sí mismo.
- El que se acerca a mí, se acerca al fuego. Quien se aleja de mí, se aleja de la vida.
- Los hombres son hábiles manipuladores de la Verdad.
- Es nuestra propia injusticia la que se revela contra nosotros mismos.
- Yo no he tenido, ni tengo, la menor intención de fundar una iglesia, tal y como tú pareces entenderla.
- El Amor no necesita de templos o legiones. Un hombre saca el bien o el mal de su propio corazón.
- ¿Por qué os preocupa tanto el final, si ni siquiera conocéis el Principio?
- ¡Ay de aquellos que monopolicen a Dios!
- No te sobrecojas por los acontecimientos que se van a producir. Permanece tranquilo, aun cuando no puedas ver el camino.
- No desfallezcas por apariencias exteriores. Permanece firme en tu fe y pronto conocerás la realidad de lo que crees.
- Ni siquiera sois consecuentes con vuestra deshonestidad. ¿Quién es mayor: el oro o el templo?
- Según dijo, el Maestro era sólo un idealista; un soñador bienintencionado, pero no el esperado libertador de Israel.
- Pero el ladino Caifás no dejó traslucir sus verdaderas intenciones.
- Es por la oración cómo el humano trata de acercarse al infinito.
- El hombre se equivoca cuando intenta canalizar su oración y sus peticiones hacia el beneficio material propio o ajeno.
- En verdad te digo que los hipócritas engañan a los simples de corazón y no satisfacen más que a los mediocres.
- El mayor error de tu mundo —repuso Jesús— es su falta de generosidad. El que conoce y practica el amor no suele tener necesidad de perdonar.
- Como hombres mortales sois en verdad ciudadanos de los reinos terrenales y debéis ser buenos ciudadanos y mucho más cuando habéis vuelto a nacer en el espíritu.
- No adoréis a los jefes temporales ni empleéis la fuerza para el fomento del reino espiritual.
- Ya sabes que jamás podrás tener poder sobre mí sin permiso de mi Padre.
- Las palabras del Nazareno, rotundas, retumbaron en la sala como un mazazo.
- No hacía falta ser médico para darse cuenta que el castigo había sido tan desproporcionado como para temer por la vida del reo.
- La sangre empapó inmediatamente la túnica blanca, que comenzó a gotear por las mangas y por el borde interior. Y el esponjoso tejido se vio teñido con innumerables y anárquicos corros rojizos.
- El Maestro intentó por dos veces inclinarse hacia Juan, tratando de aproximar sus temblorosas y ensangrentadas manos hacia el discípulo más amado, pero la trampa de espinos y la rigidez del improvisado vendaje se lo impidieron.
- Reconozco perfectamente que os habéis decidido por la muerte de este hombre. Pero, ¿qué ha hecho para merecer su condena…? ¿Quién quiere declarar su crimen?
- ¡Que su sangre caiga en nosotros y sobre nuestros hijos!
- ¡Qué lejos había quedado la majestuosa figura del Galileo! Aunque sus discípulos y amigos no se hallaban presentes, estoy convencido que muy pocos le habrían reconocido.
- A pesar de los horribles dolores, el Galileo siguió consciente. ¡No podía explicármelo!
- Y tanto mi hermano como yo guardamos silencio. Un doloroso silencio.
- La melancolía fue germinando en lo más intrincado de mi alma y sentí cómo parte de mí mismo se iba con aquel ser.
- En sus rostros había sorpresa. Por lo visto no esperaban al traidor.
- Sin querer me había acostumbrado a su majestuosa presencia…
- Una paz infinita aliviaba mi torturado corazón. Una parte de mi corazón quedó para siempre en aquel «tiempo» y en aquel Hombre a quien llaman Jesús de Nazaret.
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